Hace unos días había fumado una pequeña tuca de blunt, la cual evidentemente me disparo hacia el infinito y más allá. Mientras me hacía un capuchino me agarraron ganas de escribir y esto fue lo que salió.
Las nubes revuelan un mar de cenizas entristecidas por la ansiedad de los desamparados.
Así como yo creo ser alguien que va en camino a ser lo que cree.
Pasando entre montañas de colores que fingen emociones tratando de hacernos creer que vamos por buen camino.
Llegamos así por fin, al mar de la sabiduría, en donde dicha nos protege principalmente de los prejuicios .
Creemos encontrar la calma en un lugar mejor, pero resulta que esta todo en nuestras mentes.
Alejándonos de lo ajeno vamos en busca de lo ameno. Creyendo así que tuvimos suerte de elegir el camino correcto.
Pero la verdad es que nuestras raíces siempre apuntaron para el mismo lado.